Velamos porque la tradición y la calidad no se pierdan.
Tradición y artesania son los calificativos que mejor definen nuestras castañas en almíbar.
Tal y como lo hacían nuestras abuelas.
LIMPIEZA Y SELECCIÓN
Proceso minucioso
Empezamos seleccionando y limpiando las mejores castañas de El Bierzo.
Han de tener una textura firme, una piel brillande y lisa sin imperfecciones.
Una vez seleccionadas, las ponemos en remojo durante 24 horas para facilitar el pelado de su piel externa.
Utilizamos la variedad parede, autóctona de nuestra comarca que se caracteriza por ser la más dulce. No destaca por su tamaño, pero su sabor es merecedor de apostar por esta variedad.
RETIRADA DE LA PRIMERA EXTERNA
Producto de agricultores locales
Trascurrido el tiempo de remojo, pelamos la cascara exterior de la castaña. Una a una.
Este trabajo requiere de mucho cuidado y destreza para no hacer ninguna muesca en la castaña.
En esta fase, todas las castañas que se hayan marcado serán retiradas. Si no lo hicieramos asi, la parte dañada se oxidaria y observariamos ese trozo más oscuro.
PACIENCIA Y TIEMPO EN EL PROCESO
Elaboración lenta con gran resultado
Cuando ya hemos pelado toda su piel externa, de nuevo volvemos a ponerlas a remojo durante otras 24 horas para ablandar la piel interna y facilitar su pelado.
RETIRADA DE LA PIEL INTERNA
Delicadeza y mimo
Trascurrido el segundo tiempo de remojo, pelamos la piel interior. Es muy importante utilizar un utensilio que sea delicado y no marque la castaña. Nosotros en este caso utilizamos varas de bambú con la punta afilada.
ENGASADO INDIVIDUAL
Destreza y paciencia
Una vez tenemos las castañas sin piel alguna, las envolvemos en gasas una a una para no se rompan en las varias cocciones que vienen a continuación.
Se requiere de experiencia para realizar un engasado perfecto. Ha de quedar prieto que no permita que las castañas se choquen entre si cuando el agua está hirviendo.
UN BOMBÓN EN TODO SU EXPLENDOR
Todo trabajo tiene su recompensa
Estas cocciones las hacemos con azúcar moreno, café de Colombia y vainilla de Madagascar, El tiempo y las cantidades de coción es algo que varia según la receta de cada hogar.
Una vez terminan las cocciones, desengasamos las castañas una a una y con sumo cuidado las envasamos en el bote y rellenamos con su almíbar. Ya están listas para ir a la autoclave.
Este producto es muy preciado en las grandes cocinas y aunque es muy laborioso, el resultado es un auténtico placer para todos los sentidos.
¡Las mejores castañas en almíbar del Bierzo!